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anciana centenaria

Fontsana Senior Living Group rinde homenaje a las residentes centenarias de sus dos centros de Palma y Sóller

También han sido agasajadas las residentes más antiguas de ambos centros, que llevan 15 y 17 años viviendo en ellos

MALLORCA, ISLAS BALEARES — 05 DE MAYO, 2021 — Poco a poco la normalidad vuelve a las residencias de mayores, y sus residentes van saliendo de sus habitaciones para incorporarse a sus rutinas, y para festejar, manteniendo todas las medidas de seguridad, acontecimientos que quedaron pendientes con el inicio de la pandemia, y otros que están por llegar. Así, en el caso del grupo gestor de residencias y centros de día Fontsana Senior living Group, sus dos centros de Palma (Fontsana Son Armadams) y Sóller (Fontsana Sóller) han querido rendir un pequeño homenajea las residentes centenarias que no pudieron festejar sus 100 años en 2020, como es el caso de Mariquita Borreguero, de Fontsana Son Armadams; y a las que están cerca de cumplirlos, como María Fronteray María Janer, de Fontsana Sóller.Además, ambas residencias también han querido tener un detalle con sus residentes más antiguas: Margarita Mira, que lleva más de 15 años viviendo en Fontsana Sóller, y Montserrat Amengual, que fue una de las primeras residentes de Fontsana Son Armadams, hace 17 años. Margarita Mira y Montserrat Amengual llevan 15 y 17 años viviendo en Fontsana Sóller y Fontsana Son Armadams, respectivamente

Historias con nombre, y alma:De agosto de 1922 es la otra residente casi centenaria, María Frontera, una mujer curtida, cuya historia podría llenar las páginas de todo un libro. Nacida en una familia de Biniaraix, y siendo la pequeña de 5 hermanos (después de ella nacería otro más), sus padres emigraron a Francia cuando apenas era un bebé. Forma parte de esa generación mitad española, mitad francesa, que lleva a ambos en el corazón. Fueron años muy duros, en los que vivieron en distintas ciudades, pasando de Toulouse a Perpignan, donde decidieron quedarse. Recuerda con cariño el café que tuvo su familia, el paso continuo de refugiados que venían desde España, y las necesidades que todos pasaban. También se acuerda muy bien de cómo un joven de Binissalem llegó un día a Perpignan buscando alimentos para enviar a Le Havre, donde residía, y se enamoró perdidamente de ella, que en aquel entonces tenía 19 años. Se casaron rápidamente y ella se mudó con él al norte de Francia, dónde le ayudó a llevar el negocio que tenía de venta de frutas. Allí vivieron la guerra, cuyas bombas le pasaron varias veces muy cerca, y cuya miseria recuerda como aterradora. Hasta que un día acabó, y ella fue la primera persona de Le Havre en dar la voz de alarma al ver llegar a los ingleses por la carretera, a bordo de un coche que en aquel entonces parecía un vehículo del espacio. Tuvo una hija, que actualmente vive en Narbonne, y un hijo que reside en Mallorca y la visita muy a menudo. Cuando su marido murió, decidió regresar a la isla, y durante muchos años regentó en el Puerto de Sóller un salón de estética, oficio que aprendió en París. Tiene 4 nietos y lleva varios años viviendo en Fontsana Sóller, dónde dice encontrarse bien. Nadie diría que María Janer cumplirá 100 años en agosto del año que viene. Modista de profesión, muestra orgullosa su tarjeta de visita, y una preciosa foto en la que se vea una mujer coqueta y elegante, del brazo del que fue su marido, uno de los hijos de Can Sion, de Porreres, el pueblo natal de ambos. Un entrañable calendario con fotos de su bisnieto, incluye mensajes preciosos de su familia, en el que, con palabras que destilan mucho amor, recuerdan el trayecto que hizo de pequeña saliendo en carro de Porreres para, después de varias horas, ver por primera vez el mar. Un mar que, años después, tuvo frente a su casa de la Colonia de Sant Jordi, y en el que le encantaba meter los pies mientras daba largos paseos por la playa. Ahora lleva una vida tranquila, rodeada de bonitos recuerdos, y con una presencia que aún ilumina por su sabiduría. Mariquita Borreguero nació un 6 de junio de 1920, y pronto celebrará sus 101 años. La pandemia no le permitió festejar su centenario como se merece, pero no logró apagar su sonrisa. Y es que “Sa Nana”, como la llaman cariñosamente sus sobrinos, conserva una mirada entrañable, que se ilumina al recordar algunos de los aspectos de su vida, como las horas dedicadas a una de sus aficiones preferidas: hacer ganchillo. Vecina de Son Españolet, pasó gran parte de su vida con la familia de su hermana, hasta que al fallecer esta, se trasladó a vivir a Fontsana Son Armadams, donde reside desde hace más de 5 años. Comparte habitación con su compañera Margalida, y dice estar a gusto. Mujer tremendamente observadora, dice más por lo que calla, aunque si se anima, sigue disfrutando del arte de la conversación. Margarita Mira nació en Alicante hace 86 años. Cuando tenía 9 años, y siendo hija única, su padre falleció, y ella se trasladó con su madre a Mallorca, para residir durante un tiempo con unos familiares. De esa época tiene muy buenos recuerdos, especialmente de su paso por las Escolapias, que tuvo que abandonar para regresar a su pueblo natal de Alicante. El destino quiso que al casarse volviese a la isla, y eligiese la carretera de Fornalutx como residencia familiar, donde tuvo una hija, que ahora vive en Ibiza, y un hijo, que es taxista en Palma.

Tiene 1 nieta y 2 nietos, y desde 2006, ya viuda, vive en Fontsana Sóller, siendo actualmente la residente más antigua. Allí lleva una vida tranquila, que se anima cuando habla del que fue su oficio, heredado de su madre: tejedora de encajes de bolillos, algo que le gustaría seguir haciendo, pero que la vista no se lo permite. Una historia que trasciende y que, sin saberlo, forma parte del pueblo de Sóller, algunos de cuyos juegos de cama y de tocador, que aún decoran sus casas más antiguas, pasaron hace muchos años por las manos de Margarita. Montserrat Amengual nació en Barcelona un 9 de enero de 1931. A los pocos años se trasladó a Mallorca, dónde se crio con unos tíos suyos. Se casó y tuvo dos hijos, un varón que vive en Barcelona, y una hija que reside en la isla. Enviudó y, en marzo de 2004, cuando Fontsana Son Armadams apenas tenía unos meses de vida, ingresó en la residencia, donde vive desde entonces. Durante muchos años fue una de las residentes más activas, participando en casi todas las actividades que se organizaban, y haciendo algo que reconoce le encanta: hablar. Ahora, una vez eliminadas las restricciones implantadas durante la pandemia, y ya vacunada, ha vuelto a sus sesiones de fisioterapia y de memoria. Acerca de Fontsana Senior Living Group:Fundada en 2003 en Palma de Mallorca, Fontsana Senior Living Group es una compañía gestora de residencias geriátricas y centros de día, cuyo objetivo es mejorar la calidad de vida de los mayores. Con 2 residencias en Mallorca (Fontsana Son Armadams y Fontsana Sóller –antigua Bell Entorn-), que suman 325 habitaciones, y con una plantilla de cerca de 200 personas, constituye el 3er grupo de residencias privadas más grande de Baleares. Además de instalaciones de gran calidad, y ubicaciones céntricas inmejorables, sus centros destacan por ofrecer una atención personalizada, los más estrictos cuidados sociosanitarios, y, sobre todo, unos servicios hoteleros, de ocio y de entretenimiento de primer nivel.

Para más información: fontsana.com

Contacto prensa: Mónica Cerdá Gómez

Tel.: 649.87.89.87

Email: m.cerda@fontsanagroup.com