Las rutinas para personas mayores, clave en el cambio de horario.
El mantenimiento de las rutinas para personas mayores y la modulación de la luz pueden facilitar la adaptación de los ancianos al cambio horario
Si tienes un anciano a tu cargo habrás notado cómo el cambio horario afecta a las personas mayores. Aunque la llegada de la primavera se deja notar en toda la población, el envejecimiento neurológico propio de la edad avanzada hace más difícil que la gente mayor se adapte.
La explicación es muy sencilla. El aumento de los periodos lumínicos, que además implica un cambio en las rutinas para personas mayores, genera un desajuste en la producción de melatonina, una hormona de absoluta actualidad por su protagonismo en la inducción al sueño.
Cuando el reloj biológico del cuerpo detecta la oscuridad, aumenta la producción de la melatonina, que provoca un estado de somnolencia. Sin embargo, cuando éste nota que hay luz, detiene su creación.
Por eso, cuando a la hora en la que una persona mayor se acuesta sigue habiendo luz, es muy difícil hacerle entender que ha llegado el momento de dormir. Porque su propio cuerpo le dice lo contrario.
Trucos para facilitar la adaptación de una persona mayor al cambio horario:
Por lo general, la población tarda unos dos o tres días en incorporar los nuevos hábitos, pero ese periodo de adaptación suele ser más prolongado en el caso de las personas mayores y también de los niños.
En ambos casos suelen funcionar algunos trucos como por ejemplo mantener más o menos las rutinas para personas mayores habituales, haciendo que los horarios de las comidas apenas varíen respecto a los habituales. Si la cena se realiza normalmente a las 19:00 horas, que con el nuevo horario equivale a las 18:00 horas del día anterior, conviene retrasarlo aunque sea una media hora, para que la alteración sea menos brusca. Así que lo recomendable sería cenar a las 19:30 (18:30 del día anterior).
Otra fórmula que puede resultar muy útil si tienes personas mayores a tu cargo es aislar bien su habitación cuando se vaya a dormir, evitando que entre la luz natural. Como hemos comentado anteriormente, cuando el reloj biológico detecta la ausencia de iluminación, activa la producción de melatonina, que por lo general provoca un estado de somnolencia en la persona.
Es lo que hacen en residencias para personas mayores del centro de Palma como Fontsana Son Armadams. Cuando acompañan a los residentes a sus habitaciones, corren bien las cortinas para que no entre la luz natural, que durante la primavera tarda un par de horas más en irse.
Recomendaciones generales para afrontar el cambio horario:
A parte de estas dos sugerencias, los especialistas consideran oportuno aplicar otras pautas para evitar en lo posible que el cambio horario afecte a los personas mayores.
Por ejemplo, concentrar las actividades más estimulantes y las rutinas de ejercicios para personas mayores por la mañana, y procurar que a partir de cierta hora realicen acciones que requieran poco esfuerzo.
También es importante prescindir de bebidas estimulantes pasada cierta hora. Así,si por la tarde no quieren renunciar a su tradicional merienda con café con leche, intentar que sea descafeinado.
Otro aspecto a tener en cuenta es evitar, siempre que sea posible, que hagan la siesta. Y si no queda otro remedio, procurar que ésta no supere los 20 minutos. El motivo es que cuanto más cansados lleguen a la noche, más fácil será que tengan sueño.
Por último te aconsejamos, como siempre que se actúa como un cuidador de personas mayores, tener mucha paciencia. El hecho de que esos días se sientan más agitados, desorientados y con un poco de ansiedad, lo más probable es que el cambio de horario les esté afectando más de la cuenta.
Así que lo mejor es prevenir con todos estos consejos y entender que a las personas mayores les cuesta más adaptarse al cambio horario.
