Éstas son las actividades que hacemos con personas mayores en nuestra residencia.
“Se pasa el día viendo la televisión”. ¿Cuántas veces has dicho eso de tu padre o de tu madre? Es una realidad que afecta a muchas de las personas mayores que viven solas, o que su estado físico no les permite salir sin estar acompañados.
Una compañía que, en el caso de que los familiares trabajen, se reduce a muy pocas horas al día, y no suele ir acompañada de grandes dosis de actividades para personas mayores. Esa carencia de ejercicio físico y mental hace que el deterioro de los ancianos se agudice.
Por eso, cada vez es más habitual que los abuelos y abuelas acudan a los centros de día como el que Fontsana Son Armadams tiene previsto abrir en Palma.
La figura del centro de día es muy similar a la de las guarderías infantiles, aunque el público obviamente varía.
Se trata de un servicio que es muy valorado por los ancianos, ya que lo ven como una especie de club, al que asisten para divertirse, estar con sus amigos y comer bien. Pero, sobre todo, para mantenerse activos con las actividades para personas mayores que les organizan.
Y es que en los centros de día como el de Fontsana Son Armadams, los usuarios dedican gran parte de la jornada a participar en todo tipo de talleres, que favorecen su estimulación cognitiva, la motricidad fina y retrasan el envejecimiento.
Desde sencillas operaciones de cálculo, hasta crucigramas, pasando por coloridos dibujos, la realización de puzles, actividades de musicoterapia para personas mayores o incluso el bingo, todo vale para hacer trabajar a las neuronas.
A partir de ahí, la programación de actividades del centro de día puede contemplar acciones más elaboradas como terapias en la sala multisensorial, en la que los usuarios reciben un aluvión de impulsos a través de colores, sonidos y olores absolutamente disruptivos, que ponen en alerta a sus sentidos.
También hay talleres de aromaterapia, en los que olores que les han acompañado a lo largo de toda su vida como el del café, la lavanda o la colonia de bebé, que ponían a sus hijos, les ayudan a evocar fragmentos vitales que habían olvidado.
Pero la actividad estrella de muchos centros de día como el de Fontsana Son Armadams es la gastronomía, y es que no hay nada que hermane más que compartir los fogones de una cocina. En el caso de los usuarios de los centros de día, su colaboración se centra en la elaboración de platos, mayoritariamente muy conocidos para ellos, puesto que esta tarea también contribuye a recordar episodios del pasado. ¿Las especialidades preferidas por los ancianos? Los crespells y la coca de trampó, sin duda.
Siguiendo la expresión latina “mens sana in corpore sano”, la actividad de los centros de día reserva un capítulo al cuidado físico, incluyendo propuestas que varían según las condiciones de cada usuario. Desde clases grupales de gimnasia o pequeños paseos, hasta juegos que requieren de una mayor maestría como encestar pelotas en una canasta, acertar con una pelota a los bolos, o sumergirse en una piscina, como la que tiene Fontsana Son Armadams, y practicar divertidas clases de aquagym.
Un sinfín de propuestas que devuelven la vida a las personas mayores, y mejoran su calidad de vida diaria, estimulándolos y haciendo que esta etapa de la vida sea lo más gratificante posible. Si es tu caso, y ves como tu padre o tu madre se pasan el día en casa, sin mucho que hacer, haz que pruebe las ventajas de volver a sentirse activo en un centro de día como el que tiene previsto abrir Fontsana Son Armadams. ¡Te esperamos!
